Gatas

Ester Maicas: “No estamos en los 60, pero aún queda camino que recorrer”

La matemática y directora de operaciones de Lexington habla acerca de la nueva situación del mundo del trabajo y del papel de la mujer en la empresa

Entrevista con Ester Maicas Hoyos. Directora de operaciones en Lexington.
Entrevista con Ester Maicas Hoyos. Directora de operaciones en Lexington.Alberto R. RoldánLa Razón

Líneas puras, colores cálidos y algún pequeño detalle de estilo industrial. Estos podrían ser los tres puntos cardinales de la estética empresarial más actual, y también del lugar donde nos recibe Ester Maicas, directora de operaciones de Lexington, una compañía dedicada a ofrecer a otras empresas espacios de trabajo flexibles y acordes a sus necesidades. Su caso es, además, el resultado de un ascenso imparable abalado por una continua necesidad de formación y de emprender nuevos proyectos que la han llevado a estar en cinco puestos diferentes dentro de la misma compañía y, cada día, a aceptar nuevos retos. “Empecé aquí en 2005 como recepcionista”, dice. Y, desde ahí, peldaño a peldaño, ha acabado en su puesto actual, donde se ha especializado, además, en la parte digital y ha entrado de lleno en el área de Responsabilidad Social Corporativa de la empresa. “Lo primero que hicimos fue eliminar todas las botellas de plástico”, explica. “Nos dimos cuenta de que gastábamos más de 50.000 cada año”, dice.

Gestiona, así, desde la operativa del día a día, siempre buscando cómo “hacerlo todo mucho más fácil, sobre todo para el equipo de trabajo”. Fue ella, de hecho, quien desde 2008 a 2019 puso en marcha el sistema de gestión de la empresa. “Cuando llegó la pandemia pensamos ‘menos mal que ya habíamos hecho todo esto’, porque ya teníamos toda la parte de la digitalización absolutamente desarrollada”, explica. Y es que, en este nuevo panorama, la digitalización ha dado la mano al mundo del trabajo y “se ha asentado todavía con más fuerza”. Lo que ocurre con algo que se desarrolla y avanza cada día es, sin embargo, que “siempre queda algo por hacer”.

Pero la Covid-19 supuso algo más: “la gente ha descubierto de verdad el teletrabajo, las jornadas híbridas, la flexibilidad, que es absolutamente necesaria… y todo esto es algo que nos va a acompañar de aquí en adelante”. “Además, la pandemia ha tenido otro aspecto positivo para las empresas y que tendrá importantes consecuencias en el futuro, y es que les ha dado ese pequeño empujón que les hacía falta para replantearse si seguir o no con el modelo que tenían”, señala. Así, las nuevas formas de trabajar son, además, la oportunidad de revisar los recursos de la empresa. “No es lo mismo tener una oficina para 200 personas que para 60 y que los puestos vayan rotando”, apunta. Además, la opción de contratos más flexibles a la hora de alquilar oficinas permite que “si en algún momento es necesario ampliar o reducir, se pueda hacer”.

“Es importante saber adaptarse, en la empresa y en la vida”, afirma, consciente de que, socialmente, aún existe una importante brecha digital que hay que superar. “La digitalización es absolutamente necesaria para que todo sea más ágil”. Y es que Ester, matemática de formación, es ese punto de orden en una empresa siempre abierta al cambio. “Las matemáticas me han cuadriculado la cabeza, y eso, al final, te ayuda mucho a la hora de trabajar”, dice. “Muchos de mis compañeros y compañeras se han dedicado a la formación, pero cada vez hay más oportunidades para los matemáticos”, dice, consciente, además, de que para ser profesor hay que tener vocación. “Yo no la tengo, aunque haya dado clases. Me gusta enseñar a gente que quiere aprender, pero en una clase hay de todo”.

Ester prefiere dedicarse a seguir aprendiendo ella y a implantar esos conocimientos. Pero, también se ha propuesto un objetivo que tiene que ver con algo mucho más personal: “acabo de ser madre de un niño y una niña y ahora estoy muy centrada en ello. Me gusta verlos evolucionar y, dentro de unos años, me gustaría que mi hija viera en mí un ejemplo”, dice. Su hijo también, pero la niña de un modo especial. “Quiero que tome las riendas de su vida y haga lo que quiera hacer, responsabilizándose siempre de ello”, explica. “Quiero que sepa que las paredes, a base de cabezazos, se rompen, porque se va a encontrar muchas. Solo hay que seguir y seguir y seguir, aunque sea duro”. ¿Es más duro para las mujeres? “Aunque yo no tengo ninguna queja y estoy en una empresa mayoritariamente femenina, veo las cosas que suceden, en general, en el mundo laboral. Y sí, cada día veo cosas que me escandalizan. Hemos avanzado muchísimo. Está claro que no vivimos en los 60, pero aún queda mucho camino por hacer”, asevera.